Influencia social


  • Medidas que ha tomado Instagram

    Instagram es una plataforma que abre las puertas a muchos proyectos gracias a su capacidad de difusión, pero como ya hemos comentado en anteriores entradas, también es el causante de diferentes problemas de salud mental. Instagram conoce este fallo que se ha ido desarrollando mediante el contenido que publican sus usuarios en la plataforma. A raíz de esto ha tomado varias decisiones para hacer que su plataforma sea más segura, así como promover un uso saludable de la misma.

    Si quieres conocer cuatro de las medidas que han tomado los desarrolladores de la red social del momento para disminuir la mala influencia social que causa, puedes ver el siguiente vídeo, donde se enumeran y se explican mediante imágenes y vídeos.

  • ¿Te afectan las redes sociales?

    Seguramente la mayoría de los usuarios de cualquier red social las utilizan sin saber realmente el daño que les están causando. A continuación adjuntaremos una infografía en forma de organigrama cuyo título refleja el objetivo de la misma: ¿Te afectan las redes sociales?. Dicho documento estará disponible para todo aquel que quiera saber la respuesta a esta pregunta.

    Además, antes de empezar a hacer el “test”, se informa al usuario de que el resultado obtenido en ningún momento pertenece a un diagnostico clínico, pero sí que estará frente a unos resultados orientativos. La decisión final sobre qué hacer con él, siempre recaerá sobre el lector. 

    El organigrama consta de una serie de preguntas que según la respuesta que dé el lector le llevarán por un camino u otro, con el fin de llegar a una casilla final, la cual indicará el color correspondiente al texto que debe leer.

    Podrá encontrar dos diferentes, uno que explica si debería de preocuparse por el uso que está dando a las redes sociales y otro que explica porque no.

    Algunas de las preguntas clave de esta infografía son el tiempo que el usuario invierte en la red social o si esto lo hace solo o acompañado.

    Varios estudios, como el realizado por la Universidad Nottingham Trent y la Escuela de Administración Thiagarajar, sobre la Escala de Comportamiento del Autismo (SIS), muestran como aquellas personas que publican selfies de 3 a 6 veces al día lo hacen para compensar una falta de autoestima y llenar un vacío en la intimidad (Clarín, 2018).

    Pero esto no es todo, una investigación realizada por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos afirma que aquellos usuarios que dedicaron más de 2 horas al día a las redes sociales, tenían más probabilidad de presentar problemas de salud mental (BBC News Mundo, 2018).

    Por otro lado cabe destacar uno de los puntos más importantes de este trabajo el cual es mostrar a los usuarios como aquellos actos que consideran normales, como son hacer scroll por la pantalla dando like a todas las publicaciones, publicar contenido mayormente en solitario, o revisar las redes nada más despertarse por la mañana, no son acciones que muestren un hábito saludable.

    Los resultados obtenidos se han dividido en dos grupos claros, la casilla que recibe el nombre de “Preocúpate” y que además es de color rosa y la que recibe el nombre de “No te preocupes” y que es de color morado.

    Esto no quita que aquellas personas que terminen en la casilla que les dice que no se preocupen puedan seguir usando las redes sociales como con normalidad.

    En ella se le explica que sabe utilizar las redes sociales sin dejar que afecte a su salud mental, que conoce dónde está el límite y que el contenido que publica refleja lo sana que está su mente.

    Pero que también puede haber llegado hasta ahí mediante ciertos caminos que no reflejan una gran necesidad de preocupación, pero que es importante siempre tener en cuenta que en cualquier momento puede perder el control, y no ser consciente de ello. 

    La casilla que alerta al lector de que debe empezar a preocuparse por el excesivo uso que está dando a las redes sociales va dirigida a aquellas personas que pueden presentar un problema real con dichas plataformas. Puede que den demasiado valor al like y que solo estén intentando reflejar mediante las redes aquello de lo que carecen, puede que inviertan demasiado tiempo en ellas para compensar su falta de autoestima. Incluso puede que hayan llegado hasta ahí porque se sienten mal después de ver ciertas publicaciones que siguen los cánones de belleza preestablecidos.

    Con esto solo intentamos ayudar y abrir los ojos a un grupo inmenso de personas que creen que las redes no son mas que un juego que les entretiene y que a su vez, su forma de actuar frente a ellas es saludable.

  • El excesivo uso de las redes

    Como ya hemos comprobado en anteriores entradas, podríamos decir que las redes sociales son una extensión nueva de nuestro cuerpo. Cada vez nos cuesta encontrar a mas gente que no dispone de una cuenta en alguna red social. Es más,  en el momento en que nos adentramos en este mundo, ya no concebimos pasar un día sin acudir una sola vez a él, aunque todos sabemos que con una no tenemos suficiente. La obsesión por tener el dispositivo móvil cerca de nosotros llega hasta tal punto en que los propios desarrolladores del software de los teléfonos vieron necesario crear un bienestar digital para sus dispositivos (Yúbal Fernández, 2020). Así pues, de esta forma surgió el Tiempo de uso, una opción que te permitiera ver el tiempo que pasabas tanto en las aplicaciones, como en el dispositivo en general.

    Pues bien, hace tan solo dos años que la red social Instagram ha introducido esta herramienta en su plataforma (BBC News Mundo, 2018). La herramienta recibe el nombre de “tu actividad” y nos permite ver todos los enlaces a los que has entrado a través de las publicaciones y las Stories que te aparecen, pero también nos permite ver el tiempo invertido en la red. En la parte superior en grande nos aparecerá la media diaria que dedicamos a utilizar la aplicación durante una semana y justo debajo podemos encontrar un gráfico de barras con los días de la semana y las horas invertidas respectivamente.

    “Es verdad… Estamos creando herramientas que ayudarán a la comunidad de IG a saber más sobre el tiempo que pasan en Instagram; cualquier momento debe ser positivo e intencional… Comprender cómo el tiempo en línea afecta a las personas es importante y es responsabilidad de todas las empresas ser honestas al respecto. Queremos ser parte de la solución. Me tomo esa responsabilidad en serio “ – Kevin Systrom 

    Función «Tu actividad» de Instagram

    Al fin y al cabo esta función fue creada para concienciar a los usuarios del excesivo uso que estaban haciendo de las nuevas tecnologías. De hecho, varios estudios demostraron que el exceso de tiempo invertido en las redes sociales se veía reflejado en los diagnósticos de salud mental de sus pacientes. Un claro ejemplo es el estudio de las universidades estadounidenses de Yale y de California en San Diego, que descubrieron que la mayoría de las personas que clicaban cuatro veces más, que el promedio normal de personas, en los “me gusta”, mostraban un peor diagnostico de salud mental. Al igual que un experimento realizado en la Universidad de Michigan, Estados Unidos que demostró que aquellos que invertían más de diez minutos observando publicaciones banales en las redes sociales, en lugar de invertir este mismo tiempo en conversar con amigos o familiares, presentaban un peor estado humor (BBC New Mundo, 2018).

    Por otro lado, cabe admirar el hecho de que los creadores de ciertas redes sociales, como es el caso de Instagram, hayan introducido esta nueva herramienta en sus plataformas. Aunque no está de más recalcar que está nueva función no solo nos alerta a los usuarios del uso de la aplicación, sino también a sus creadores. A pesar de ello, esta herramienta es de gran ayuda, porque te abre los ojos y muchas veces el propio usuario decide tomar medidas para reducir el consumo. La propia aplicación nos permite marcarnos límites diarios, que cuando son alcanzados, la propia aplicación nos manda una notificación alertándonos. Y esto no es todo. Esta herramienta nos ofrece un atajo directo al control de notificaciones por si preferimos desactivar algunas y de esta forma ser menos interrumpidos. 

    Además, Instagram está implementando sus medidas para que sus usuarios regulen el uso de la aplicación y por tanto lleven un comportamiento más saludable, como es el caso de la alerta de “Estás al día” (Josh Constine, 2018). La cual nos avisa de que ya hemos visto todas las publicaciones del día y de esta forma no es necesario que continuemos haciendo scroll por la aplicación.

    “Desplazamiento de los contenidos 2D que se muestran en la ventana de un navegador. Es ese sencillo gesto que el usuario realiza cuando desliza el dedo por la pantalla o utiliza la rueda del ratón para subir o bajar mientras observa los contenidos de una página.”  – NeoAttack

    DEFINICIÓN DE SCROLL
    Función «Estás al día» de Instagram

    Tenemos que aprovechar el avance tecnológico no solo para hacer un uso recreativo de las redes, entre otros, sino también para crear opciones que nos hagan más amena y segura la estancia en ellas. Como es el caso de esta nueva función explicada anteriormente , cuyo principal objetivo es promover un buen uso de las redes sociales.

  • La necesidad de los likes en Instagram

    Siguiendo el anterior post sobre la influencia de la imagen corporal en las redes sociales nos adentramos a continuación en la importancia de la exposición de la misma, así como de la relación con el numero de me gusta recibidos. 

    Según el Centro de Psicología de Nerea Bárez en Moncloa, Collado Villalba y Torrelodones, la imagen corporal se define como:

    “La representación del cuerpo que cada persona construye en su mente (Raich, 2000) y la vivencia que tiene del propio cuerpo (Guimón, 1999). Henri Wallon la define cómo el resultado de la relación entre individuo y medio.”

    Esta definición nos introduce directamente en la investigación sobre “El efecto de los «me gusta» de Instagram en la comparación social y la insatisfacción corporal de las mujeres”. Una de las conclusiones más chocantes de este ensayo fue como el número de “me gusta” normalmente era más relevante a la hora de hablar de insatisfacción facial y no tanto de la corporal (Marika Tiggemann, Susannah Hayden, Zoe Brown, Jolanda Veldhuis, 2018). Hecho que llama la atención, ya que comúnmente se asocia el éxito en redes con cuerpos los “bonitos” y normativos. 

    Si indagamos más en el tema podemos descubrir que el 70% de las personas que sufren depresión también lo reflejan en las redes de dos modos. El primero es estando más activos en las redes y el segundo es aumentando sus posts en forma de selfie. Hecho que muestra cómo han disminuido su actividad social. Por el contrario aquellas personas que se definen comúnmente como “sanas”, postean imágenes en las que aparecen diferentes rostros, es decir, imágenes en las que se las ve socializando (C. Rizzo, 2018). 

    Por tanto, aquello que vemos diariamente en las redes sociales no es mas que un espejo roto de la realidad, además de ser una gran influencia para completar aquella representación que crea cada persona sobre su cuerpo en su mente. Gracias a un comunicado de prensa que dio Instagram en 2016 podemos afirmar que diariamente se publican más de 100 millones de post en Instagram, además del aumento diario de nuevos usuarios, superando redes como Twitter, YouTube o Facebook (Andrew, G. Reece y Christopher, M. Danforth, 2017). Como bien hemos podido leer, este comunicado es de hace 4 años ya, y al ritmo al que crecen las redes sociales no nos estaríamos equivocando si decimos que esta cifra diaria de publicaciones ha aumentado notablemente. 

    A raíz de todos estos trastornos provocados a causa de ciertas herramientas que nos proporcionan las redes sociales como es el caso de los likes, Instagram se propuso eliminar estos mismos de su red. El problema vino cuando sus usuarios encontraron otras alternativas en diferentes aplicaciones para tapar la carencia provocada por esta red social. 

    La decisión tomada por Instagram demostró una vez más como lo que realmente interesaba a sus usuarios no era el contenido de sus publicaciones, sino el número de likes conseguidos (Sergio Fabara, 2019). 

    Aun así, la decisión de eliminar los likes de la plataforma, solo fue una prueba que se llevó a cabo en algunos usuarios. Y esta no fue la única prueba que se llevó a cabo, también se probó a eliminar la opción que te permitía ver quien observaba tus historias. Pero como ya hemos comentado, esto solo han sido pruebas puntuales, dado que actualmente la mayor parte de los usuarios de dicha red social sigue disponiendo de estas herramientas tan nocivas para su salud mental.

    Aviso de Instagram de la eliminación de la inauthentic activity

    Tal es la obsesión de ciertas personas por conseguir grandes números de “me gusta” en sus publicaciones que se han llegado a crear los likes falsos y los seguidores falsos. La propia plataforma lo denomina como inauthentic activity:

    «Recientemente, observamos cuentas que usan apps de terceros para hacer crecer su público de forma artificial.”

    Instagram, 2018

    Estos usuarios se dedican a pagar para conseguir mas seguidores y por tanto subir su media de likes diarios. Algunas paginas que dan estos servicios son comprar-seguidores.info o creapublicidadonline.com. Las redes, y en concreto Instagram, se han convertido en un concurso de popularidad constante. Está claro que esta fue creada para dar más visibilidad a las imágenes y así hacerlas mas populares, pero todo esto se puede conseguir sin hacer daño a la salud mental de sus usuarios. La superficialidad y la reducción a la banalidad de su contenido ha crecido de forma tan excesiva que se podría decir que el objetivo inicial de esta red social ha dado un giro de 180 grados.

  • El discurso de los influencers

    Con las nuevas tecnologías y el auge de las redes sociales, nos encontramos frente a un nuevo mundo guiado por los influencers”. Seguramente no os preguntéis quienes son estos individuos, ya que hoy en día es muy complicado vivir al margen de ellos, sobretodo sí eres joven. La rae todavía no reconoce el término influencer en su diccionario, pero si la plantea en su observatorio de palabras como:

    “Anglicismo usado en referencia a una persona con capacidad para influir sobre otras, principalmente a través de las redes sociales”

    RAE

    El observatorio de palabras de la RAE se encarga de resolver aquellas dudas sobre palabras y expresiones que no recoge en el diccionario. Esto no quita que la RAE acepte el uso de dichas palabras.

    ACLARACIÓN

    La clave para llegar a ser reconocido como un influencer es tener un alto número de seguidores en tus redes sociales gracias al contenido que creas y compartes. De esta forma poco a poco empiezas a entrar en la vida de estos mismos, como si formaras parte de ella, influyendo así en diferentes aspectos de sus vidas. Su forma de pensar, sus gustos, incluso en cómo deberían actuar. Ser influencer implica desempeñar un papel muy importante en la sociedad porque puede ser utilizado tanto para hacer el bien como para todo lo contrario.

    En algunas redes sociales como son Instagram podemos encontrar usuarios con más seguidores que aquellos llamados celebrities. A continuación vamos a presentar en orden descendente algunos  de los ejemplos más influyentes en el panorama mediático:

    1. Aída Domenech (@dulceida): 2,8mm
    2. Paula Gonu (@paulagonu): 2mm
    3. María Pombo (@mariapombo): 1,6mm seguidores
    4. Laura Escanes (@lauraescanes): 1,5mm
    5. María Pombo (@mariapombo): 1,6mm seguidores

    Como se ha comentado en anteriores entradas del blog, esta red social que estamos tratando es un pozo sin fondo en cuanto a complejos, envidia y daños emocionales. Pero no todo es tan negativo. Mediante estas nuevas figuras llamadas influencers se puede dar un giro de 180 grados. Estas personas pueden utilizar su gran poder de influencia en todos sus seguidores para transmitir ciertos valores de los que muchos jóvenes carecen. Y es aquí donde nos encontramos con la problemática. No todos los influencers utilizan su poder para “hacer el bien”. También podemos encontrar usuarios que se dedican a difundir discursos nocivos (F. Espinosa y E. Thalia, 2020). 

    En esta red social hay múltiples aspectos muy controvertidos que provocan grandes debates, pero hay uno en concreto que no debería ni de plantearse. Adentrándonos en el tema de la salud, tanto mental como física, estas personas tan influyentes en las mentes de sus seguidores, algunos muy jóvenes, pueden ayudar poco a poco a cambiar todo esta parte negativa que nos proporciona la red social. 

    La edad mínima para poder abrirse una cuenta de Instagram, en este caso, son los 14 años. Una edad muy temprana según muchas opiniones, para permitir a un joven pertenecer y formar parte de un mundo en el que todavía no tiene las capacidades necesarias para diferenciar entre realidad y ficción. Por esto mismo, las posturas de los influencers pueden ser de gran ayuda. Casi el 71% de los influencers sabe la gran responsabilidad que ello conlleva (Interactiva, 2018).

    Fuente: Interactiva, 2018

    Pero por otra parte tenemos un aspecto no tan “bondadoso” como es el hecho de ayudar a los jóvenes a quererse más a sí mismo y todo eso que parece tan bonito. Estamos hablando de la publicidad en redes sociales. Otro gran debate que divide a gran parte de la población es si ser influencer puede ser considerado como un trabajo. A estas personas no se les paga por crear contenido, pero sí por hacer publicidad en dicho contenido. Y por tanto, para poder llevar a cabo estas colaboraciones pagadas debe darse de alta como autónomo (blogBankia, 2018). Se critica el hecho de que muchos publicitan productos simplemente por el dinero, y otros únicamente lo hacen cuando realmente les gusta el producto. 

    Como ya hemos comentado en anteriores entradas, hace tan solo unas semanas, la youtuber Dulceida publicó en su canal de YouTube un video explicando todo el trabajo que hace un influencer, además de desmentir muchos bulos. 

    La publicidad en redes sociales – Dulceida (YouTube)

    En este mismo explicaba que ella, al igual que la mayoría de sus compañeros, en sus inicios enseñaban los productos en sus redes sociales, gratuitamente, y por ello no se les criticaba sobre si realmente les gustaba o no. Por esto mismo ella planteaba la pregunta de por qué no lo iban a poder hacer, pero cobrando, por el simple hecho de que al final estás proporcionándole beneficios a una empresa. Aun así, se ha legalizado la obligación de avisar de alguna forma que aquello que se está mostrando es un contenido pagado o no, para así evitar de esta forma evitar la publicidad encubierta (B. G. Nieto, 2018).

    Gracias a este video podemos entender un poco más la función de estas personas, plantearnos si realmente consideramos lo que ellos hacen como un trabajo, y dejar de propagar ciertos prejuicios sin saber sobre un tema. Pero también entender que de la misma forma que los seguidores hacen que esa persona se mantenga ahí, no está de mas mostrarles y propagar un discurso que muestre unos valores éticos y morales. Hablamos constantemente de los jóvenes, porque son el colectivo más vulnerable, pero esto no implica desplazar a los demás. 

  • El peligro de la imagen en Instagram

    Instagram es actualmente la sexta red social más usada en el mundo y por tanto es uno de los pasatiempos más recurrentes para cualquier ciudadano, pero sobretodo, para los jóvenes. También es importante destacar cómo la balanza entre aquellos que utilizan la aplicación con más frecuencia, se inclina sensiblemente hacia las mujeres con un 2% de diferencia con los hombres (Grupo Doctor Oliveros, 2019).

    Instagram es una red social que nos permite compartir imágenes y vídeos de múltiples maneras. Todo aquel que use dicha plataforma sabe al dedillo de qué tipo de contenido estamos hablando. Podemos encontrar desde música, hasta comida y arte, pero también podemos apreciar personas guapísimas, que siguen los estereotipos clásicos sin tener ninguna imperfección y que si esto no fuera suficiente, tienen unas vidas de ensueño. Según sus publicaciones parece que nada les va a ir mal, aún así, el tema a tratar hoy no es tanto sus vidas, sino más su aspecto físico.

    Es aquí donde empieza el problema. Estos tipos de personas suelen seguir ciertos estándares de belleza, unos estereotipos que provocan en la mayoría de sus seguidores una baja autoestima y una gran insatisfacción con su cuerpo. Está claro que cualquier usuario que se encuentre todas estas vidas perfectas puede acabar creyendo que esa es la verdadera realidad. Pero, ¿y qué pasa si sus seguidores son demasiado jóvenes?, ¿y sí son niñas y niños que están empezando a crear su personalidad y su identidad y creen que todo aquello que ven es a lo que deben aspirar?

    Según el artículo Las redes sociales fomentan en la sombra la anorexia y la bulimia, aproximadamente el 5% de la población joven sufre algún trastorno de conducta alimentaria, la mayoría de estos trastornos aparecen cuando son jóvenes, concretamente entre 12 y 21 años. La grave preocupación por el aspecto físico se presenta mediante algunos de los síntomas más comunes como son la perdida de peso o la preocupación por seguir una dieta, cuando en realidad no es necesaria. 

    Además, que más de la mitad de las niñas adolescentes no se encuentren bien con su cuerpo, no es coincidencia con que la mayor parte del target de esta red social pertenece a ese rango de edad.

    La preocupante propagación de estos estereotipos por las redes sociales no se acaba aquí. La novedad de las historias de Instagram y de los efectos, está difundiendo una ola de filtros que modifican exageradamente el rostro. Tal cambio es este, que se llega a asemejar al resultado que deja una cirugía plástica. Estos efectos provocan el llamado Trastorno Dismórfico Corporal

    “La preocupación excesiva por los defectos e imperfecciones percibidos de algún o algunos aspectos de la cara, el cuerpo y/o de olores corporales. Esos “defectos” no son observables por los demás o parecen no tener la importancia que la persona les otorga.”

    Mariola Bonillo

    Dicho trastorno se agrava a partir del uso excesivo de los efectos. Hablamos de los famosos filtros que en teoría “mejoran” tu cara aumentando o agrandando tus labios y ojos, o estrechando tu nariz. Es tal obsesión la de ciertas personas, que ya son incapaces de grabarse vídeos sin utilizarlos. Para los amantes de la fotografía, la edición de la iluminación, del color, incluso del contraste de las imágenes, es un arte. Pero en el momento en que los filtros pasan a retocar el aspecto físico de una persona, empieza a agravarse la cosa. Con ello se está demostrando cómo la gente no se acepta tal y como es y hasta que nivel necesita encajar con los estereotipos para sentirse bien consigo misma.

    La situación llegó a ser tan grave en 2019, que el propio Instagram tomó la decisión de empezar a eliminar todos aquellos efectos que promovían las cirugías estéticas o el malestar con tu imagen, como parte de su política de bienestar (Laura Romerales, 2019). Aún así, nos encontramos a mediados del año 2020 y todavía podemos encontrar estos efectos propagándose por la red. Sobretodo, siendo divulgados por los llamados influencers, que son quienes deberían promover justamente lo contrario.

    Por esto es muy importante empezar a incorporar poco a poco la vida REAL dentro de esta plataforma tan usada. Cada vez podemos encontrar más cuentas de usuarios con cuerpos reales, que básicamente se encargan de difundir que hay más allá de lo que predomina en Instagram. Cuentas como @danaemercer, @bodyposipanda, @iskra o @celestebarber. La última cuenta citada pertenece a una chica que suele subir fotos imitando las imágenes perfectas de aquellos cuerpos normativos que solemos encontrar en nuestro feed, pero  en este caso las compara con un cuerpo REAL, el de ella misma. En estas cuentas también se enseña el poder que tiene la perspectiva y de la edición entre otros. 

    Publicación de Celeste Barber imitando una fotografía de un cuerpo normativo

    Además,  se puede acceder a este tipo de contenido mediante hashtags como #realbodies, #selflove, #bodyacceptance o #instagramvsreality, entre otros muchos.

    Con todo esto solo intentamos cambiar la visión de las nuevas generaciones, las cuales viven dentro de las nuevas tecnologías,  y que a raíz de ello, dentro de las redes sociales. Son generaciones bastante vulnerables a las que hay que enseñar que hay más allá de aquello que ven en la pantalla de sus dispositivos móviles. 

    Enlaces usados:

    The dark side of Instagram: Predictor model of dysmorphic concerns. Cristina Senín-Calderón, Salvador Perona-Garcelán, Juan F. Rodríguez-Testal

    Diseño de concepto y marca para combatir estereotipos femeninos de belleza que acentúan la baja autoestima en adolescentes usuarias de Instagram. Lesli Gabriela Lamas Carrillo

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